ACTIVIDAD 1 - ¿CUÁLES SON NUESTROS VALORES?
Objetivo: Intentar comprometerlos en la defensa de unos valores comunes para toda la clase.
Primer paso: Se explica al alumnado el proceso de realización de la actividad. En la pizarra se les escribirá una lista de valores, a la que podrán añadir los que deseen. Primero individualmente y después por parejas y cuartetos, para terminar todos juntos se intentará establecer un consenso entre los cinco valores que más importantes considera cada subgrupo primero y todos juntos al final.
Segundo paso: Se copia en la pizarra el siguiente listado de valores (expresados en forma de conductas).
Preocuparse por uno mismo.
Ser buen compañero.
Librarse de normas, tareas y deberes.
Cuidar la clase y sus materiales.
Ser amable y educado con todos.
Preocuparse por hacer todas las tareas.
Comportarse correctamente en clase.
Disfrutar de más tiempo libre.
Tolerar los defectos de los demás.
Respetar a los compañeros.
Prestar ayuda al que lo necesite.
Intentar ser uno mismo.
Ser sincero.
Mostrarse simpático y cordial.
Estudiar los exámenes.
Hacer todas las tareas de clase.
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Tercer paso. Dejar unos minutos para que cada uno individualmente elija las cinco conductas que cree más importantes.
Cuarto paso: Hacer parejas de alumnos y pedirles que lleguen a un consenso entre ellos sobre las cinco conductas que de común acuerdo consideran más importantes. Cada dos parejas formarán un cuarteto que también tendrá unos minutos para llegar a un consenso entre ellos.
Por último, se intentará llegar a un consenso entre todos los alumnos del curso (para facilitar el consenso se puede aceptar ordenar los valores o conductas de mayor a menor prestigio o aceptación entre los alumnos).
Quinto paso: Invitar a los alumnos a comprometerse todos en mantener esas conductas (las elegidas como más importantes) en la clase.
ACTIVIDAD 2 - CONDUCTAS DIANA
Objetivo: detectar las conductas que más malestar provocan y buscar fórmulas para combatirlas eficazmente.
Seleccionar aquellas conductas que provocan mayor malestar, las llamaremos conductas diana. Intentar hacer un ranking.
Selección de objetivos: Se seleccionan algunas conductas diana, las 4 conductas que suelen representar el 80% del malestar en el aula
Centrarse en dichas conductas: se elige como objetivo prioritario la erradicación de la conducta más frecuente y se decide una estrategia colectiva que sirva para extinguirla, comprometiéndose todos a aplicarla uniformemente cada vez que aparezca dicha conducta.
Norma de la quincena: Resaltar la norma colocándola en espacios visibles y estratégicos del centro y adoptar la norma de la quincena con su estrategia elegida como antídoto contra la conducta diana nº1. Se trata de un reto colectivo.
Póster de retos y logros: En cada clase el tutor plantea a su grupo la necesidad ineludible de erradicar la conducta diana. Se prepara un poster con dos columnas: una de retos y otra de logros. Una vez que se ha conseguido extinguir la conducta diana nº1, se anota en la columna de logros.
Nuevas conductas diana: Una vez eliminada o reducida drásticamente la conducta diana nº1, por haberse consolidado hábitos positivos incompatibles con ella, se propone al grupo abordar de la misma forma la conducta - diana nº2. Y así sucesivamente hasta haber erradicado/reducido las 4 conductas más molestas. Es el momento de concentrarlas en un mini reglamento de clase, entendido como un logro colectivo de la clase que se ha de conservar y potenciar.
Es fácil que los alumnos escojan objetivos demasiado amplios o demasiado difícil de conseguir, lo que va a hacer disminuir el interés de la actividad. Para ayudar al grupo de alumnos a describir las conductas diana de manera objetiva y hacerlas alcanzables y medibles, se podrían dar los siguientes consejos:
Ser específico: En lugar de usar términos generales como "portarse mal", describe la conducta en términos concretos y observables. Por ejemplo, "interrumpir mientras alguien está hablando" es más claro que "ser irrespetuoso".
Evitar etiquetas: No clasifiques a los compañeros o comportamientos como "malos" o "buenos". Hablar de la conducta en lugar de la persona ayuda a mantener un enfoque en lo que se puede cambiar. Por ejemplo, en lugar de decir "él es grosero", podrías decir "él hace comentarios que interrumpen la clase".
Medir frecuencia y duración: Intenta cuantificar la conducta. ¿Con qué frecuencia ocurre? ¿Cuánto tiempo dura? Por ejemplo, "hablar fuera de turno 5 veces por clase" o "usar el móvil durante 10 minutos en clase" da una base para medir el progreso.
Observar el impacto: Describir cómo la conducta afecta al ambiente de la clase. Por ejemplo, "cuando alguien interrumpe a la profesora, se pierde tiempo y se distraen otros alumnos". Esto ayuda a todos a entender por qué es importante abordar la conducta.
Identificar situaciones clave: Explicar cuándo y dónde ocurre la conducta. Por ejemplo, "al final de la clase, algunos se levantan antes de que se dé la indicación". Esto facilita diseñar una estrategia específica.
Usar un lenguaje neutral: Evitar exageraciones o juicios de valor. En lugar de decir "siempre hace lo mismo", es mejor decir "en 3 de las últimas 5 clases ha sucedido".
Definir un comportamiento alternativo: Al describir la conducta diana, también sería útil hablar del comportamiento positivo que lo reemplazaría. Por ejemplo, "levantar la mano antes de hablar" en lugar de "interrumpir a los demás".
A continuación encontraréis una plantilla que podéis imprimir en A3 o A4 o incluso pedirle a alumnos de clase que dibujen bien, para reflejar las normas de clase que hay acordado entre todos y las firmen.
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