Aprendiendo a tomar decisiones
- Gabriel Gómez Yagüe
- 29 jul
- 2 Min. de lectura
Objetivo de la sesión:Reflexionar sobre cómo tomamos decisiones en situaciones cotidianas, valorar alternativas, estimar consecuencias y aprender a aplicar un proceso racional que también puede ayudarnos a elegir opciones académicas o profesionales en el futuro.
Introducción
Se plantea al grupo una pregunta inicial:
“¿Qué decisiones importantes has tenido que tomar últimamente?”
Comentamos cómo muchas veces decidimos “por impulso” o por presión externa, sin pensar en las consecuencias. El objetivo de hoy es practicar cómo se toma una decisión de forma más consciente.
Desarrollo de la sesión
1. Dilemas cotidianos (trabajo en pequeño grupo)
Repartimos o proyectamos los siguientes casos (pueden leerse en voz alta o repartirse a grupos para su análisis):
María tiene 3 € y su amiga Julia no tiene dinero. ¿Compra un zumo solo para ella o comparten agua?
Federico llega tarde al colegio y el semáforo está en rojo, pero no vienen coches.
Patricia debe elegir entre dos preguntas en un examen.
Paco ha suspendido cinco asignaturas y un amigo le propone falsificar notas.
Marta ha quedado con sus amigas para estudiar, pero vienen sus primos de visita.
Laura tiene una familia con hijos y le ofrecen trabajo en otro país.
Cada grupo debe debatir qué harían si fueran el personaje y justificar su elección. Después, se pone en común en gran grupo.
2. ¿Qué es un problema?
Definimos “problema” como la diferencia entre una situación actual y una deseada. Es algo que genera incertidumbre o necesidad de actuar.
3. ¿Qué alternativas tenemos?
Por cada dilema se identifican posibles alternativas (mínimo 2) y se valora que no siempre hay una “correcta”, sino diferentes vías con distintas implicaciones.
4. Estimar consecuencias
Para cada alternativa posible, el grupo piensa:
¿Qué pasaría si el personaje actúa así?
¿Qué consecuencias a corto y largo plazo puede haber?
¿A quién afecta esa decisión?
Actividad de reflexión: ¿Qué influye en nuestras decisiones?
Se abre un debate guiado por estas preguntas:
¿Influyen nuestras emociones al decidir? ¿Cómo?
¿Nos dejamos llevar por la presión del grupo o por lo que se espera de nosotros?
¿Decidimos igual cuando tenemos tiempo que cuando estamos con prisa o bajo presión?
Cierre de la sesión
Reflexión escrita individual
Cada alumno/a anota en su cuaderno:
Una decisión difícil que haya tomado o que tenga que tomar próximamente.
Qué alternativas tiene y qué consecuencias puede imaginar.
Cómo se siente al respecto y si cree que puede aplicar lo aprendido hoy.
Mensaje final:
“Decidir es una parte constante de nuestra vida. Cuanto más conscientes seamos del proceso, mejor elegiremos. Pensar en las consecuencias, valorar opciones y tener en cuenta nuestras emociones puede ayudarnos a tomar decisiones más justas y responsables.”
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