¿Qué siento, qué pienso, qué hago?
- Gabriel Gómez Yagüe
- 23 jul
- 2 Min. de lectura
El objetivo de la sesión es que el alumnado comprenda que nuestras emociones, pensamientos y comportamientos están conectados, y que aprender a identificar esta conexión les puede ayudar a tomar mejores decisiones.
La tutoría comienza con una breve conversación sobre situaciones cotidianas:
“¿Os ha pasado alguna vez que hacéis algo sin pensar solo porque estáis muy enfadados o nerviosos?”
“¿Creéis que las emociones influyen en lo que hacéis cada día?”
Se les explica que hoy van a aprender a analizar qué sienten, qué piensan y cómo actúan en diferentes situaciones.
Actividad inicial: Pensar antes de actuar
Situación guiada en voz alta
El tutor/a plantea esta situación:
“Un amigo tuyo ha bebido demasiado en una fiesta y se ha caído a tu lado. ¿Qué haces?”
Se les pide que respondan a estas tres preguntas por escrito:
¿Qué sientes?
¿Qué piensas?
¿Qué haces?
Después se comentan en voz alta algunas respuestas voluntarias, subrayando cómo diferentes emociones generan distintas ideas y acciones.
Trabajo individual: Analizo mi reacción
Se proponen varias situaciones más, que cada alumno/a trabaja por escrito:
El profesor dice que mañana hay examen sorpresa de mucha materia.
Tu mejor amigo/a dice que la persona que le gusta… ¡te ha dicho que le gustas tú!
Has quedado con tus amigos/as y no aparecen.
En cada caso, deben completar la tabla:
Situación | ¿Qué siento? | ¿Qué pienso? | ¿Qué hago? |
Trabajo en pequeños grupos
En grupos de 5-6 alumnos/as, cada grupo elige una de las situaciones que hayan trabajado. Entre todos, preparan un cartel o mural con:
Las diferentes emociones que ha provocado.
Los pensamientos que han surgido.
Las acciones que tomarían (y si hay varias posibilidades, las comentan).
Exposición breve: Cada grupo presenta su situación y explica cómo está relacionada la emoción, el pensamiento y el comportamiento.
Cierre de la sesión
Reflexión conjunta final
Se destaca que:
No siempre podemos elegir lo que sentimos, pero sí podemos aprender a controlar lo que pensamos y cómo actuamos.
Ser conscientes de cómo reaccionamos nos ayuda a tomar mejores decisiones y a relacionarnos mejor con los demás.
Mensaje final
“La emoción es como una chispa: puede encender una luz… o quemar algo si no la controlas. Pensar antes de actuar nos ayuda a usar bien esa chispa.”
Comentarios