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¿Qué siento, qué pienso, qué hago?

El objetivo de la sesión es que el alumnado comprenda que nuestras emociones, pensamientos y comportamientos están conectados, y que aprender a identificar esta conexión les puede ayudar a tomar mejores decisiones.


La tutoría comienza con una breve conversación sobre situaciones cotidianas:

  • “¿Os ha pasado alguna vez que hacéis algo sin pensar solo porque estáis muy enfadados o nerviosos?”

  • “¿Creéis que las emociones influyen en lo que hacéis cada día?”


Se les explica que hoy van a aprender a analizar qué sienten, qué piensan y cómo actúan en diferentes situaciones.



Actividad inicial: Pensar antes de actuar


Situación guiada en voz alta


El tutor/a plantea esta situación:

“Un amigo tuyo ha bebido demasiado en una fiesta y se ha caído a tu lado. ¿Qué haces?”

Se les pide que respondan a estas tres preguntas por escrito:

  1. ¿Qué sientes?

  2. ¿Qué piensas?

  3. ¿Qué haces?


Después se comentan en voz alta algunas respuestas voluntarias, subrayando cómo diferentes emociones generan distintas ideas y acciones.


Trabajo individual: Analizo mi reacción


Se proponen varias situaciones más, que cada alumno/a trabaja por escrito:

  1. El profesor dice que mañana hay examen sorpresa de mucha materia.

  2. Tu mejor amigo/a dice que la persona que le gusta… ¡te ha dicho que le gustas tú!

  3. Has quedado con tus amigos/as y no aparecen.


En cada caso, deben completar la tabla:

Situación

¿Qué siento?

¿Qué pienso?

¿Qué hago?

Trabajo en pequeños grupos


En grupos de 5-6 alumnos/as, cada grupo elige una de las situaciones que hayan trabajado. Entre todos, preparan un cartel o mural con:

  • Las diferentes emociones que ha provocado.

  • Los pensamientos que han surgido.

  • Las acciones que tomarían (y si hay varias posibilidades, las comentan).


Exposición breve: Cada grupo presenta su situación y explica cómo está relacionada la emoción, el pensamiento y el comportamiento.


Cierre de la sesión


Reflexión conjunta final

Se destaca que:

  • No siempre podemos elegir lo que sentimos, pero sí podemos aprender a controlar lo que pensamos y cómo actuamos.

  • Ser conscientes de cómo reaccionamos nos ayuda a tomar mejores decisiones y a relacionarnos mejor con los demás.


Mensaje final

“La emoción es como una chispa: puede encender una luz… o quemar algo si no la controlas. Pensar antes de actuar nos ayuda a usar bien esa chispa.”

Comentarios


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